El ojo seco es una condición en la cual una persona no tiene suficientes lágrimas de calidad para lubricar y nutrir el ojo. Las lágrimas son necesarias para mantener la salud de la superficie frontal del ojo y para proporcionar una visión clara. El ojo seco es un problema común y a menudo crónico, particularmente en adultos mayores.
Con cada pestañeo de los párpados, las lágrimas se extienden a través de la superficie frontal del ojo, conocida como la córnea. Las lágrimas proporcionan lubricación, reducen el riesgo de infección en los ojos, eliminan la materia extraña del ojo y mantienen la superficie de los ojos lisa y clara. El exceso de lágrimas en los ojos fluye a pequeños conductos de drenaje en las esquinas internas de los párpados, que drenan en la parte posterior de la nariz. Los ojos secos pueden ocurrir cuando la producción de lágrimas y el drenaje no están equilibrados.
Las lágrimas son producidas por varias glándulas en y alrededor de los párpados. La producción de lágrimas tiende a disminuir con la edad, con diversas afecciones médicas o como efecto secundario de ciertos medicamentos. Las condiciones ambientales, como el viento y los climas secos, también pueden disminuir el volumen de lágrimas debido al aumento de la evaporación de lágrimas. Cuando la cantidad normal de lágrima disminuye o las lágrimas se evaporan demasiado rápido de los ojos, pueden desarrollarse síntomas de ojo seco.
Las lágrimas se componen de dos capas, la aceitosa y acuosa. Cada componente protege y nutre la superficie frontal del ojo. Una capa de aceite suave ayuda a evitar la evaporación de la capa de agua, mientras que la capa de mucina extiende las lágrimas de manera uniforme sobre la superficie del ojo. Si las lágrimas se evaporan demasiado rápido o no se distribuyen uniformemente sobre la córnea debido a deficiencias con cualquiera de las tres capas de lágrimas, pueden desarrollarse síntomas de ojo seco.
La forma más común de ojos secos ocurre cuando la capa de agua de lágrimas es inadecuada. Esta afección, llamada queratoconjuntivitis sicca (KCS), también se conoce como síndrome del ojo seco.
Las personas con ojos secos pueden experimentar ojos irritados, arenosos, ásperos o ardientes; una sensación de algo en sus ojos; exceso de lágrima; y visión borrosa. Los ojos secos avanzados pueden dañar la superficie frontal del ojo y afectar la visión.
Los tratamientos para los ojos secos tienen como objetivo restaurar o mantener la cantidad normal de lágrimas en el ojo para minimizar la sequedad y la incomodidad relacionada con el ojo seco.
Los ojos secos pueden desarrollarse por muchas razones, que incluyen:
Los ojos secos pueden diagnosticarse a través de un examen ocular completo . Las pruebas, con énfasis en la evaluación de la cantidad y calidad de las lágrimas producidas por los ojos, pueden incluir:
Con la información obtenida de las pruebas, su optómetra podrá determinar si presenta síntomas de ojos secos y lo aconsejará sobre sus opciones de tratamiento.
Los ojos secos pueden ser una condición crónica, pero su optómetra puede recetarle un tratamiento para mantener sus ojos sanos y cómodos evitando que su visión se vea afectada.
Los enfoques principales utilizados para tratar y tratar los ojos secos incluyen agregar lágrimas utilizando soluciones de lágrimas artificiales sin receta, conservar las lágrimas, aumentar la producción de lágrimas y tratar la inflamación de los párpados o la superficie del ojo que contribuye a los ojos secos.
Puede seguir los siguientes pasos para reducir los síntomas de la sequedad ocular:
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